¿Podríamos decir que está “de moda” estar a dieta?

Para responder a esta pregunta, es importante que definamos algunos conceptos.

La “dieta” es la forma de combinar los alimentos diariamente para satisfacer las necesidades del organismo de forma suficiente, equilibrada y adecuada a los gustos y las preferencias del consumidor, tanto estando sano como enfermo. Sin embargo, generalmente utilizamos este término (dieta) para describir una gran variedad de patrones que se utilizan para lograr la pérdida o aumento de peso deseado, entre otros usos. Muchas veces pensamos que “estar a dieta” es una condición momentánea en la que nos sometemos por un período de tiempo. El objetivo de un plan nutricional, como prefiero llamarle, es iniciar un estilo de vida que durante el seguimiento debemos lograr sostén de forma permanente.

Para hablar de “equilibrio” en una dieta, se toman en cuenta los macro y micronutrientes, y variedad en la alimentación. Proteínas, hidratos de carbono y grasas (macros), vitaminas y minerales (micros) donde la correcta distribución de ellos durante el día, darán, en parte, el equilibrio al cual nos referimos.

Desde hace varios siglos, existe la preocupación por el peso corporal, surgiendo una serie de patrones dietéticos con la intención de lograr una pérdida de peso rápida e indolora, sin tomar en cuenta los efectos secundarios de estos regímenes y desviándose de sostener una alimentación equilibrada y continua.

Entre “las dietas” de gran influencia que prometen resultados extraordinarios encontraremos:

  • Dieta “Paleo”: se basa en comer alimentos crudos y sin procesamiento como en la era del Paleolítico, donde los alimentos eran obtenidos a través de la pesca y caza. Sin duda, parece buena alternativa el limitar tantos azúcares y harinas refinadas, sin embargo, el consumo exagerado de carnes tiene efectos en los niveles de colesterol, ácido úrico y afección renal.
  • Dieta “Detox”: Consumir jugos de frutas y verduras de forma diaria, sustituyendo el consumo de los otros grupos alimenticios supone el desarrollo de síntomas gastrointestinales en su mayoría, que se interpretan como una desintoxicación de alimentos anteriormente consumidos. Recuerden que es imposible “limpiar” lo que usted ha realizado toda una vida en pocas semanas, y la pérdida de peso que provee será por perdida aguda de líquidos, y obtendrá su peso en “rebote” al retomar su alimentación habitual.
  • Dieta Atkins/Dukan: ambas consisten en alteración del balance de macronutrientes. Atkins es alta en grasas y Dukan es alta en proteínas con solo 100 alimentos permitidos. Aunque podrían aportar una pérdida de peso, no resultan sostenibles a largo plazo y en general se retoma el peso perdido.

Es importante entender que la nutrición es el aprovechamiento de los nutrientes en el organismo y que ésto no es consciente o educable, la alimentación sí lo es. Hagamos posible una nutrición de forma inteligente, no desaprovechemos tiempo y dinero en modelos poco eficientes, y que “la moda” sea un estilo de vida saludable.

– Dra. Erika Perez Lara

 

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