Gastritis, ¿existe realmente una dieta?
Es frecuente el abuso del término “gastritis” para describir cualquier molestia/síntoma de localización abdominal. Y es por eso que describir el concepto y aclarar algunas dudas resulta de suma importancia.
La gastritis es multifactorial, porque involucra una gran variedad de causas, y su diagnóstico es histopatológico, es decir, requiere de una biopsia durante la gastroscopia (estudio endoscópico para ver el interior del estómago). Esto significa, no podemos decir que tenemos gastritis sin haber sido evaluados por un gastroenterólogo, aunque sí podemos padecer algunos síntomas que en ocasiones “sugieren” que exista tal patología.
El pasado domingo durante mi programa de radio, estuve discutiendo con un reconocido gastroenterólogo de nuestro país, la variedad de mitos existentes sobre la gastritis y sus diversas formas de curación “natural”. Me explicaba que hace más de cinco décadas, se creía que la causa principal de gastritis era “el ácido” (ése que produce naturalmente el estómago), y que buscaban alternativas para neutralizar las molestias que producía. En aquel entonces, se realizaban pruebas con leche logrando apagar –brevemente la presencia de ácido, pero la sensación regresaba siempre nuevamente. De ahí, que muchas personas utilicen este método para aliviar los síntomas.
Posteriormente, luego de mucha controversia, se revela la presencia del Helicobacter Pylori, una bacteria que se creía imposible pudiera resistir el ambiente ácido a nivel gástrico e intestinal y cuya característica principal ha sido lo difícil de tratar. Actualmente representa una de las principales causas de gastritis, y se reconoce como un agente que representa un riesgo de desarrollar ulceras gástricas o pépticas y cáncer gástrico. Por eso es tan importante su temprano diagnóstico, el cual puede realizarse a través de pruebas no invasivas como test de aliento (ureasa) y en heces fecales.
¿Sabías que puedes estar asintomático (ningún síntoma) y tener una gastritis? Y de la misma manera, podrías sentir esa sensación de ardor, “agrura”, acidez y no tener gastritis.
La recomendación nutricional no es una “dieta”. Nuestro enfoque será evitar alimentos irritantes y la producción excesiva de ácido que se da con frecuencia en el ayuno prologando (muchas horas sin comer), exceso de café, alcohol, picantes y algunos alimentos.
La alimentación deberá ser balanceada, proporcionada, y frecuente. No debemos excedernos en las cantidades, balance entre proteínas, grasas, carbohidratos y no un exceso o déficit de alguno de ellos. Debemos evitar los patrones dietéticos estrictos, es más saludable elegir un estilo de vida, no un formato especifico de alimentación.
Todos los mitos como: té de jengibre, agua con limón, jugo de papa cruda, de frutas, son mecanismos para aliviar los síntomas frecuentes, pero si se realiza el correcto diagnóstico por un especialista, el tratamiento serán fármacos por un período determinado, acompañado de una alimentación “no específica” que aligere los síntomas y que posteriormente se convierta en una rutina para el paciente.
– Dra. Erika Perez Lara
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